Deja reposar al dolor
que decanten las piedras que duelen
Deja que la hiel que te hiere
no desborde en tu vientre
y te envenene el alma
Deja que la calma
se vaya apoderando de tu ser
Deja renacer los buenos recuerdos
que te ayuden a superar
el mal momento
Deja al firmamento mostrarte
todas las estrellas
y el brillo que aún perdura
Deja a la amargura
salir de tus adentros
y que se vayan yendo
hasta los últimos jirones
de rencor…
¡Que al amor
no lo mate el resentimiento!