y solo escribí lamentos, rencores.
Rencores que exhalan dudas,
miedos e indulgencias.
Quise hacerte canciones
y sólo te hice frases, rimas.
Rimas que huyen en tremolina,
blandiendo odios y culpas profanas.
Quise llorar tu éxodo
y sólo lloré tu muerte, despojos.
Despojos lúgubres que vierten
sangre y fuegos calcinados.
Hoy no sé si te quise mucho
o tal vez soñé que te amaba,
pues el amor que sentí algún día,
el triste olvido y gélido
lo ha derruido...
Octubre 28 de 1998