EndimiĆ³n

El precio a pagar. (Sin corregir)

Siempre he pensado que el poeta es afortunado pues ni alcohol ni tabaco, solo una pluma necesitamos para desahogar lo que por dentro nos está matando y al hacerlo la gente nos llama genios, si supieran ellos que al tocar el papel con la tinta se rompe un poco más nuestra alma pues poeta no es poeta si no ha llorado sobre su libreta y lo que para otros es una habilidad se vuelve para nosotros un don que hay que pagar de diferente forma cada poeta algunos con lagrimas otros con sangre, muchos condenados a no poder expresarse con voz con aquellas personas que resultan ser tambien su fuente de inspiracion pudiendo confersarse con esta persona pero solo en tinta, pocos son aquellos que pueden escribir sin mas comunmente en sus inicios, pues al envejer la pluma, poeta se vuelve mañoso escribiendo solo con sus manias, en la noche, bajo la luna con algun lapiz en especial, pues cada poeta vive con una novela eterna en la cabeza