Porque siempre estuviste, siempre estas y siempre estarás en mi corazón
Porque el amor que me diste, ni en mil vidas se paga
Darte gracias por ser parte de mi vida
Llenarme los días de alegrías
Enseñarme, acompañarme, ser mi encubridor, mi guía y mi cómplice
Si la vida me permitiera elegirte nuevamente no habría momento de duda
Fuiste, eres y serás, parte de mí, parte de mi esencia, de mi infancia, de mis recuerdos.
Dejaste un vacío que el tiempo no podrá llenar jamás.
Sin embargo, se que el tiempo compartido valió la pena; que el dolor de tu partida es soportable, solo porque te permitió transcender, dejar de sufrir en un mundo terrenal, lleno de tanta maldad, volviste a ser un niño, vi reflejada la inocencia en tu mirada, me disté la oportunidad de devolverte una centésima parte de tus cuidados y créeme que lo hice gustosa
Tus enseñanzas no las olvido, tu historia vive en mí, tus aventuras las transmitiré a quien quieran escucharme, porque solo muere quien se olvida.
En la quietud de la noche me visitas, hasta en mis sueños estas presentes, y aunque la melancolía quiera derrumbarme tu legado me da esperanza.
Solo me queda decirte que, si existe un después, sé que nos encontraremos de nuevo.
¡Te extraño!