SABOR A NADA
Ay, gris… que hoy es un día de pesares
que mitigar no logran las razones.
El mundo se ha quedado sin colores
y mi interior es mar de tempestades.
En mi angustiado espíritu dolido
ya el claror con la nada se confunde,
y un recóndito duende se presume
de ser quien guía mi vida y destino.
¿Qué ocultas vil espectro bajo el manto,
que me haces temblar en penas y llantos?
Mas el tiempo, con sus noches aliadas,
su poción me dará de algún consuelo
para dejar atrás penas y miedos
y el sentimiento abstruso de la nada.
Ángel Alberto Cuesta Martín.