Sobran motivos
Quizá ya te hayan dicho las flores matutinas,
que vive siempre menos el hombre enamorado;
aquel de tiernos ojos, rebelde consagrado
seguido por los dardos que lanzan las vecinas.
Quizá te oculten mucho las regias campesinas
al ver de pronto al aire domar al escaldado.
Pues, ellos claro tienen que todo es señalado;
los otros, quienes viven siguiendo concubinas.
Samuel Dixon