Iván González Martínez

Mi viejo confidente

Mi viejo confidente,
Ya noto tu cuerpo cansado
Y hasta arrugas en tu frente
Por lo mucho que me has dado.

 

¿Cómo puedes hablar tanto
A través de silencios oportunos?
¿Cómo has podido secar mi llanto
Sin mover músculo alguno?

 

Eres mi mejor amigo,
Guardián de tantas siestas,
El que termina bebiendo conmigo
Después de bares y de fiestas.

 

Testigo ocular,
Chaperón de mis andanzas,
Rincón para meditar,
Receptor de malas crianzas.

 

Mi viejo confidente,
Puede que pasen más años,
Mas pretextos habrá que yo invente
Para que sigas siendo mi paño.

 

Mi viejo confidente,
Que confidente necesita hoy.
Presiento tristeza en tu frente
Como esa tristeza que a veces te doy.

 

¿Será por esa miseria humana
Que divisas con calma aparente?
¿Las hojas secas en las ramas?
¿La indolencia de la gente?

 

¿Serán tus rodillas desgastadas
O tus brazos que tambalean?
¿Será una joven enamorada
Que contigo no quiere que la vean?

 

¿O será que molesto estás conmigo
Porque aún no abro el vino blanco?
¿O porque erróneamente piensas , mi amigo,
Que simplemente eres un banco?