Las cosas en su sitio
con la cara bien alta,
sin esperanzas vanas
que ahondan las heridas…
Distancia la debida
y confianza la justa,
dejar de ser ingenuo
y esperar lo que venga…
…
Retomo mi camino
con esperanza y fuerza,
sabiendo que los tiempos
no están para alegrías…
que en los ecos del mundo
resuenan in crescendo
los aires de venganza
esperando cobrarse
las deudas de otros días…
Pagaré si hace falta
con mi propio autoescarnio:
nada pierde el que paga
con todo lo que tiene…
Y entre atisbos de oprobio,
mantendré mi templanza:
distancia la debida
y confianza la justa,
dejar de ser ingenuo
y esperar lo que venga…