Mi manos son cenizas...
¿Qué me pasó ayer?
Es solo una cortada.
¡Habitación!
Escuchó mi nombre
en esa esquina pronunciar.
¡Esa ventana está maldita!
¡Espera!
Hay un grillo que habla.
Está detrás de la puerta;
dice que está muy solo...
¡Oscuro!
Este cuarto no tiene color
y ni tampoco esa luz
que alumbra cada rincón.
¡Sensación!
Hay un perturbador eco,
son los gemidos miel.
El vecino no fue a trabajar.