20 Sonetos de Infidelidad
Por: Srta. Zoraya M. Rodríguez
Seudónimo: EMYZAG
Soneto I
La infidelidad quema como hoguera en la piel,
y mi mundo como órbita atrapando el amor,
si sólo deja que nos amemos sin dolor,
y ya usted verá que no arde tanto lo infiel,
lo infiel no perdura en amar con el corazón,
y cuando en la piel es mortífera de un amor,
y clama como la misma pasión un dolor,
y que más ama en subrepticio con la razón,
si el amor es infiel como el dolor en la piel,
y como el mismo gran amor infiel que desatan...,
vida y amor y cuerpo en modo y en forma infiel,
los deseos de envenenar el alma real,
no se detienen ni con la forma si más aman,
lo que perpetra un rumbo sin ser más leal…
Soneto II
Somos dos hogueras que al alma quema,
cuando en el ocaso frío no es nada,
y es el alma que de un río nos queda,
si usted y yo somos dos estrellas que ama,
si el instante cuece el alma de frío,
pero, el miedo es por un amor oculto,
cuando el alma pierde un corazón culto,
sin expresar que el frío siente el delirio,
y en la noche pierde el alma si se ama,
y como de costumbre si se es triste,
y si el amor con la pasión se besa,
y si más hoy con el sol no se desama,
sólo queda el camino como un rumbo,
sin ser fiel y observar al infiel mundo…
Soneto III
La infidelidad es beber en vaso ajeno,
y lo que se debe en ofrecer y en calma,
y si el alma antecede al frío ser de su alma,
sí, de ese hombre, el cual, es un gran amante bueno,
pero, si es lo infiel caer en un débil trance,
y ser tan perfecto o ser directo si lo amo,
y siendo más y más y como infiel humano,
se perdió mi amor como leal percance,
y ocurrió el desafío en llegar ser mi amante,
cuando corre en ser mi fiel amor en delirio,
pierdo el amor en fiel amor interesante,
y mi alma más divaga en el tormento frío,
y el amor queda en mi interior si es fielmente,
y ese hombre bueno infiel lo peleo si es mío…
Soneto IV
Si me dices amor y yo te expreso pasión,
sólo es una delicada expresión por amar,
y lo que encrudece es el tiempo por más besar,
a tu cuerpo infiel que me otorga su corazón,
y como una sola verdad que gana el calor,
de una sola verdad fría como ser infiel,
siento como el vil y tan hábil ser desleal,
y lo infiel se torna devastador en dolor,
y logro ocultar su amor y me dices adiós,
y yo amándote quedo atraído por tus besos,
y yo caigo en redención por mis mismos silencios,
dices adiós en frío como el mal de los tiempos,
y no logro enredar el laberinto de sabios...,
momentos, por el cual, se tornan fríos los cuerpos…
Soneto V
Lo infiel me da de qué beber en copas de vino,
si la sangre se torna exasperante en el cuerpo,
si el crudo desenlace fatal es un mal tiempo,
si del amor y yo puedo ser y lo imagino,
el crudo camino es tan real como el deseo,
y si usted me dice que el tiempo es como el oro,
y como un terrible amor es el gran tesoro,
y si en el corazón y yo a tu amor poseo,
y si en el trance directo el dolor se aterra,
por ser infiel como el calor en un subrepticio,
y caer desde lo alto y el alma se aferra,
si en el sol directo se recrea en precipicio,
deseando converger el alma en ser mi amante,
y en el sol ver y observar que a su alma acaricio…
Soneto VI
El amor es un infiel corazón,
si se desata la forma de amar,
y sin más ni más caer y callar,
lo que encierra el deseo y la razón,
subrepticio dar es infidelidad,
y se derrama en copas de licores,
el vino por donde son dulces pasiones,
si en el amor infiel no es felicidad,
no digas por el capricho exaltar,
con infidelidad en el corazón,
y beber del agua no sé más salvar,
ni en tu solo corazón por callar,
si se obtiene por amar con pasión,
si por enredar el amor sé ocultar…
Soneto VII
Si tus inmensos pechos son infieles,
y si tu mundo son buenos amores,
como los amores que me tienes,
y más que infieles son más pasionales,
cuando el corazón se aferró a lo infiel,
no digas que no te amo sin rencor,
cuando en el alma más siente dolor,
cuando sé auscultar un amor real,
si la locura comienza en torturas,
es la gran y nefasto de los tiempos,
cuando ocurre el desastre en desventuras,
dejadez en el corazón en cadenas...,
amarradas a un infiel entre cuerpos,
amando en amor con unas atrapadas…
Soneto VIII
Y amores infieles son como un sol con lluvia,
y como una paz que dejas caer en el alma,
señora y amante de mis amores en calma,
y como un perfecto arte artesanal con gubia?,
si desatas la tempestad en clandestino,
y si amarras a la soledad en un tiempo,
si en tu alma y sosiego constante me das el cuerpo,
y para amar queda tenerte en mi camino,
y señora y amante de noche desértica,
creerás en alma por voluntad y amarte,
si quedas en mi senda como la zanja errática,
no me dejes solo en camino por tenerte,
si hoy desatas a la noche por más lunática,
y no descansaré hasta dominar y amarte…
Soneto IX
Me dejas caer en tentación y en más pasión,
cuando me dejas el pecado fuerte de amar,
en el corazón un latir como retumbar...,
el tambor por infiel momento en el corazón,
eres mi única salvación y único sentir,
porque corro en ser como el único correr,
por el monte o el lago del inmenso querer,
si en el tiempo y por más atribuir presentir,
lo que en el tiempo corroe en el corazón,
y como oxidado es el amor en destiempos,
si el alma perfora y que dejas sin razón,
mi corazón queda en desnudez y una oración,
cuando corres en ser como el viento en los cuerpos,
si dejas una pasión fiel en el corazón…
Soneto X
Y tus muslos eróticamente amados,
con sensación de ser un amante infiel,
y con la manera y forma de la piel,
me dejas sentir el sentido en tres y dos,
si otorgas el corazón dejarás de amar,
al terrible corazón que dice besar,
sí, besar hasta el alma de tiempo y callar,
y lo que nunca y jamás se da en el pensar,
y que estarás en mi alma desnuda de infiel,
y en mal querer soportar a tus más lamentos,
y dices adiós en silencios y das la piel,
y tus muslos cruelmente amados y besados,
irritas el silencio en ser tu amante infiel,
y callo por besarte en inmensos sentidos…
Soneto XI
Tus pechos en ricas sensaciones por amar,
dejas un suburbio en el corazón por querer,
caigo en un débil trance por amar a tu ser,
tan bendito e infinito es como poder callar,
y en silencios dar de la cosecha más fructíferas,
que el dolor me sacas de quicio por desunir,
porque en el camino me dejas un mal vivir,
y en un corazón fiel y que amó con decencias,
llenas de un buen sabor a la boca que provocas,
amo más en habitación con desnudez,
si dices adiós no tendrás el dolor que tocas,
y la alborada se aferra el comienzo que das,
tan veloz es el viento como una estupidez,
si en silencio atormenta mi gran destino si amas…
Soneto XII
Si dentro de tu corazón está mi bondad,
y no desparrames en silencio mi callar,
y cuando en lo infiel se perfila poder amar,
y desamar y bifurcar en soledad,
no encierres el temor de ser y de morir,
y sin paz ni alma sino con conciencias frías,
y de un terror y de un desconcierto si piensas,
en el mañana como camino por vivir,
no me dejes con el corazón por latir,
y por tí en la fría sensación en atar,
lo que es ser y vivir y no poder morir,
y cuando en el frío se encierra el porvenir,
de un fracaso inerte como lo es atrapar,
a un alma y a un corazón para poder vivir…
Soneto XIII
Me dejas ver el cielo en tus inmensas caricias,
y sólo eres un joven con alma y con sueños,
que deseas albergar amor en anhelos,
y suaves y muy delicados sin ausencias,
si en el altercado frío soy una mujer,
y si soy más que infiel como el ave sin alas,
y como el sol con lluvia inerte en frías tormentas,
de insulso porvenir si me dejas sin mi ser,
y corres como el ave en el cielo volar,
cuando quieres amar mi delicada piel,
y cuando por temor se desama y callar,
lo que calla una mujer infiel al albergar,
y nunca desvive y lo que dejas por infiel,
en noche lía la luna y deseas amar…
Soneto XIV
Y tus grandes silencios me hacen más pensarte,
pero, siento que algo pasa indebidamente,
cuando quedas en un beso perdidamente...,
inocuo como el alma una luz descendente,
deseas paz en el alma y llega el tormento,
en amarrar corazón un amor fidedigno,
y en cielo y corazón atraer y ser digno,
cuando el ocaso sin sol advierto un lamento,
y que no deja más que la sonrisa buena,
y con un ímpetu de creer en tu boca,
como un manantial de derroches en cadena,
que me dejas amar cuando se petrifica,
el alma con un desenlace que provoca,
una ira de celos de un amante que te ama…
Soneto XV
Tus venas corre el silencio la infidelidad,
si corroe y oxida al corazón por infiel,
y desventura tenue y débil como la piel,
y me dejas la manera pobre en soledad,
y decides que el silencio alberga la verdad,
y en el corazón infiel siente exasperación,
y una sola desazón se pierde la pasión,
si la certeza de morir quedas sin libertad,
y amar corre el tiempo en un sólo descender,
y tientas el amar con el pecado morir,
desnudas el corazón en un infiel perecer,
y dejar el alma no es de sabios ni vivir,
y cuando en lo infiel no se detiene el querer,
amarrar el sosiego de querer morir…
Soneto XVI
Si quieres amar infielmente me tendrás,
porque en realidad que no se detiene amar,
con un sólo deseo y con un fuerte pensar,
sólo la fuerza para amarte me darás,
y la única verdad impoluta sentirás,
el gran deseo y la inmensa locura en torturas,
desafiando el por qué desnudo me amarás,
cuando al final de un todo tú me besarás,
si en el trance de la verdad mi tempestad,
y mi libertad será un sólo horro en crueldades,
de libertad en una amarga soledad,
y me amarás y te amaré en la felicidad,
y será tú y yo seré tú, con las pasiones,
y en alma una tormenta en infelicidad…
Soneto XVII
Tu perfume es y será como el tormento,
cuando en el alma corre en ser como el ave,
y con viento olfatear y tu olor grabe,
en mi nariz por ser infiel en tu cuerpo,
me dejas ver el cielo en la madrugada,
como azul destrozar el acometido,
caer en bruces caídas por prohibido,
y ser el hombre infiel por atormentada,
y ser de tí y ser de usted si cae del cielo,
mi corazón en el enjambre y amarte,
y como una vez entregarte el alma en vuelo,
y saber que desnudas mi tiempo y quererte,
y entregarte el sol no desvivo en el suelo,
perecer y amar y poder demostrarte…
Soneto XVIII
Ser de tu cintura y poder amarte en un juego,
ser de tus caderas y tener el movimiento,
y más de tu querer formar ser como el viento,
y saber que quedas en mi lecho como fuego,
no te tendré jamás en mi habitación oscura,
cuando arda el silencio de un temor por aventura,
y ser de tus piernas la terrible y más tortura,
y abrir la ventana de tus ojos en locura,
si sólo déjame sentir lo que roza el viento,
y saber que sólo eres infiel como ¡mi adentro!,
y tener de tus besos el cálido si siento,
y cuando lo que me dejas saber de tu centro,
es amar lo que nunca jamás si yo presiento,
cuando me amas y dejas caer lo que concentro…
Soneto XIX
Y si desnudas mi ocaso inerte en tu pecho,
sólo dejarás de ser infiel con lamento,
y en tus adentros saber que soy de tu tormento,
y no serás más mi débil alma en mi lecho,
dejarás en mi corazón una coraza,
y que sabe del alma tu infiel audaz camino,
y cuando en un sólo mal desértico destino,
y comienza a derribar si usted se disfraza,
y con piel, y tu cuerpo y tu amor de cariño,
cuando en el alma se da una inmensa premura,
de ocasos sin paz como la sensación si riño,
y con el deceso de mi vida escudriño,
lo que es tu corazón sin más que la noche dura,
y en mi alma una buena sensación sin diseño…
Soneto XX
Tus caricias atormentan como no bifurcan,
lo que dejas caer en silencios eternos,
sólo déjame abrir los sesos en sabios labios,
y tu infiel destino sabrá de mí si surcan,
si las flores del mes de abril en primaveras,
y si en el ocaso advierte lo que más dejas,
con una aventura de infiel destino si amaras,
a mí con mejor amante de mis cadenas,
si sólo usted siente lo que el alma percibe,
cuando ocurre el trance de un cielo y tan imperfecto,
como es tan directo como el alma lo recibe,
y en el alma un río o un desierto frío y recto,
cuando en el alma sólo deja lo que motive,
de un gran amor infiel como lo es un secreto…