Atrás de un Viejo Sauce
de Verde Limón Aromado,
Brota Omnisciente una Acabada Semilla
que se Esconde
del Frugal Planeta Incognoscible.
Suplica sus Aromas a los dioses...
Se Ancla en las Tardes y en las Brisas...
Se Unge de Misterios Dolorosos...
Se Arrodilla ante la Cruz
que Nunca Espera...
En la Patria del Poeta es Ciudadana
y en el Sutil Cobre Enmarañada
Respira, cuando Puede
el Aire Denso y Sin Respiro
que en Soledades Siempre
Llama
a Urdir Telarañas
en el Agua y en los Cielos...
Semilla Ardiente que entre los Astros
Duplica el Amor que Desespera,
Yema Ardiente que no Arde
y que en un Rasguido de bemoles
Su Luz Impera...
Siniestra, Romántica o Sensual
Su Ser se Encadena
al Oxígeno Troquelado entre Alegrías
o a la Superflua Mendicidad
de todas las Miserias...
Aliento Rasgado
es esta, mi Poesía,
Aliento que no Mancha,
al Pulmón Rasurado
y Sin Límites,
Que Borroso al Oriente Mira,
Y que entre Astros del Encuentro
Vuela en Pedazos,
Siendo Ser
lo Humano Impredecible...
(Patricia)