El brazo se llena de cortes,
el dolor brota sin reproches.
El adiós se acerca, el dolor de mi ciudad llega al acto de tristeza.
La ansiedad llega y en la noche no hay estrellas.
Sueño con la verdadera libertad,
y la libertad es no estar más acá.
La despedida de mi vida es la bienvenida de sanar,
y la alegría del más allá.