En la senda de la vida, unidos con amor,
Mis amigos fieles, mi tesoro y mi honor.
Como estrellas en el cielo, brillan en mi ser,
Vuestra amistad sincera, un regalo de placer.
Caminamos juntos, en risas y en llanto,
Compartiendo secretos bajo el mismo manto.
En cada paso dado, en cada abrazo fiel,
Vuestra compañía eterna es un don sin igual.
En las noches oscuras, sois mi luz y guía,
En los días grises, vuestra risa me alivia.
En este mundo vasto, en este río de tiempo,
Sois las rocas firmes en mi sendero, el sustento.
Celebramos los logros, enfrentamos desafíos,
Codo a codo seguimos, como fieles aliados.
No importa la distancia, ni el tiempo que se va,
Nuestra amistad perdura, siempre brillará.
Amigos, tesoro en la travesía de la vida,
Vuestra esencia es un regalo, una flor florecida.
En versos os celebro, en mi corazón resuenan,
Mi amistad infinita, por siempre perdura.
Autor: Ángel R. Anaya Puerta
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