Vuelve la lluvia
y riega con sus gotas
a la campiña.
Gotas y llanto
que baja de los cielos
con gran tristeza.
Un día gris
con nubes muy plomizas
que están encima.
Y hasta nosotros
sentimos la tristeza
que trae la lluvia.
Inevitable,
volver en este instante
a los recuerdos.
Esa mochila
que cargan las espaldas
con tantos sueños.
Y es que el amor
quedó, en ella, encerrado,
y marchitado.
Y van contigo,
poeta, entre tus versos,
cuando renacen.
Charlan tus ojos,
de pasos y latidos
que bien recuerdas.
Y te sonríes
y hablas, sin palabras,
desde el silencio.
Porque tú amas,
igual que antaño amaste,
y nunca olvidas.
Rafael Sánchez Ortega ©
01/09/23