El que añora las estrellas hoy es un recuerdo feliz
dentro de un momento triste porque ya no estás aquí.
Cuando miro la foto donde me abrazo a ti
me atormenta el sentimiento de nunca dejarte ir.
Tu rostro ya sin un gesto parece el de otra persona
envuelto entre las llamas no quedará ni tu sombra.
Cuando se queman tus brazos, con los que abrazos me diste,
nace en mí un lugar vacío donde habitarás ahora.
Una hoguera carboniza tus manos tan trabajadas,
esas que eran tan fuertes se ven tan frágiles sin alma.
Con esas manos hacías los desayunos tempranos,
también cruzaba las calles tomándome de tus manos.
Tus piernas de caminante se calcinan con el fuego,
y tus caminos andados serán cenizas al viento.
De tus caminos surgieron las respuestas que me diste,
yo trataré de seguirlos, a paso pausado y triste.
Hoy aprieto entre mis manos una caja tan pequeña,
que no puede contener tantos años de grandeza.
Con tus zapatos gastados caminarás las estrellas,
y solo mirando al cielo encontraré las respuestas
de cada duda que surja, en mi camino hacia ellas.
Ya nadie se sentará en la punta de la mesa,
y el ruido de las copas cuando chocan en las fiestas
recordará tu sonrisa y esbozará varias muecas
Sabiendo que ya sin ti, las fiestas no son más fiestas.