Con el paso apresurado
voy tratando de entender
a la vida y a la muerte.
Ya no importa
lo banal e intrascendente,
si amanece o es de tarde.
No hubo tiempo para todo,
no llegué a decirte adiós,
no volví para abrazarte.
Calle abajo yo recorro
en mi mente los momentos,
los recuerdos,
que deseo hoy llevarme.
Los tesoros
que guarde en cada recodo
del sendero de tu vida.
No quería
que llegara este momento,
no quería ver tristeza en tu mirada,
no quería ver tus lágrimas.
Ya es el tiempo
de soltarte de mi mano
y que sigas caminando
sin mi abrazo cotidiano.
Calle abajo
voy llegando
al lugar que pertenezco,
sólo tengo
el amor que nos brindamos.