Aquel viejo Madrid ni recuerdo alteza
hoy largo adiós ya tiempo cumplido,
cuando mi juventud nada era extrañeza
y como un madrileño más era todo colorido,
nada me hacía pensar ocurrir lo contrario.
A su paseo acepto ya cumplir existencia
todo pasa, nada es inmóvil; mi ser solitario
que al viejo Madrid siento su presencia.
Ya se fué, ya murió, hay Madrid nuevo,
imposible quedar igual, a mi gusto lisonjero,
adaptarse, su lindeza siempre... elevo
como sea, a ella me aferro, porque la quiero.
Junio 2.023
NACHO REY