Desperté…
y sigo vivo,
respirando lentamente…me reanimo en un suspiro.
Otra vez…desperté,
escapando del insomnio...
esquivándole al desvelo…
escurriéndome en la noche,
evadiendo lo furtivo.
Desperté…y estoy de vuelta,
intentando renovarme,
voy tratando de eludir a la tristeza…
y evitando naufragar en la nostalgia.
Desperté…y me di cuenta…
que me siento diferente…estoy vigente,
me siento libre…como el viento incontenible…inherente.
Me aparte de la desidia que poco a poco me envolvía,
y de ese aparente sentimiento que a mi alma sometía,
de esa rara sensación que me estaba enloqueciendo,
que azotaba con las dudas …
y me hizo indiferente…como insensible.
Desperté…
con la dulce tentación de sonreír,
con unas ganas de salir
y caminar sin mirar atrás,
con ganas de suspender mi soledad…
y pintar mi existencia de color.
Desperté…
con ganas de encender mi corazón…
y prenderme de pasión.
Le gané la batalla a mis lamentos,
derrote a la ansiedad…
y a esta atroz oscuridad.
Desperté…a una nueva realidad,
y me llené de dignidad,
me convencí que es posible… poder volver amar,
y olvide mi vanidad,
me deje seducir de la verdad…
en un paraíso de esperanza e ilusión,
ahí encontré…la tan esquiva…la tan buscada felicidad.