La felicidad que existe en mí es la de pensarte.
De saber que existes en mí.
Saber que de vez en cuando estoy en tus pensamientos,
cuando dispones de tiempo.
Siempre estás tan ocupada,
que a veces me dices: \"No he tenido tiempo de esto,
de lo otro, ni de lo otro\"...
Te comprendo, querida...
No tienes idea de cuánto te comprendo.
Pero se que guardas en tu corazón
un momento al día para mí.
Ha de ser porque tú estás en más actividad que yo.
Tengo más tiempo para pensarte.
La felicidad que existe en mí, es la de pensarte.
La de soñar los momentos que juntos pasamos.
Y cuando nuestro momento de intimidad llega,
damos rienda suelta a todo nuestro instinto.
Disponemos de poco tiempo al día para estar juntos.
Pero no desperdiciamos un minuto
para amarnos loca y desenfrenadamente.
¿sabes qué es lo que deseo esta noche?
Besarte, besarte mucho,
recorrer todo tu cuerpo
con mis labios...
aparte de hacer el amor,
tengo necesidad de besarte en los labios.
Besarte intensamente...
y yo dejarme estar, y permitirte
me hagas todo lo que sientas
con tus manos y tus labios.
Quiero poseerte de pies a cabeza.
Besarte toda.
Y que tú hagas lo mismo conmigo...
complacernos, sexualmente, como siempre...
entregarnos, físicamente, como tú y yo
lo hacemos... esta noche, una más, será totalmente
nuestra, mi amada; te pediré y me otorgarás,
me pedirás y todo he de entregarte,
para ambos saciarnos de amor y placer,
hasta el último suspiro, hasta nuestro final...
Todos los derechos reservados del autor(Hugo Emilio Ocanto - 30/05/2013)