Me hablan tus ojos
y escucho lo que dicen
atentamente.
Sé que estás lejos,
lo dicen las estrellas
con un suspiro.
Pero te leo
y escucho tus palabras
en mi silencio.
Así te amé
y te amo, todavía,
en este sueño.
Sé que el otoño
se acerca hasta mi alma
con sus colores.
Y aquí le espero
y esperan mis caricias
para tus manos.
Quiero besarte
y el beso que me ofreces
unirlo al mío.
Y así, sin prisas,
iremos a los bosques
y a la laguna.
Seremos niños,
de nuevo, en nuestros sueños,
bajo la luna.
Rafael Sánchez Ortega ©
02/09/23