alegazpa

Un adiós desesperado

Mi querida amiga,

quizá a veces no te traté bien,

pero siempre te amé...

 

El perdón que la muerte ofrece

es sanador,

mas la vida también me perdonó.

Hice lo posible por ti

y tus enfermedades.

Me uní a ti,

nuestros últimos años

fueron los mejores.

Ahora duermes

camino a lo innombrable.

Viviré en ti

y tú en mí

hasta coincidir

en la existencia sin palabras.

Entre las líneas de la razón

en un latir de paseo pacífico.

 

La luz de una vela te guía 

a aquellos campos celestes

donde con papá

correrás por prados verdes.

Algún día...

nos bañaremos juntos

en el nacimiento donde cantan los ruiseñores.

La sombra de los álamos al agua

será el deleite que acaricie 

a nuestras risas...

La paz de la muerte,

la verdad del renacimiento,

la resurrección. 

 

Hoy me regalas

un nuevo amanecer,

sigues conmigo...

 

Dios que habita en mí,

aún a ti no me he rendido...

por eso, a veces

sigo equivocado de camino.