LLora, mientras cae la lluvia
y cortas las cebollas,
que no hay tiempo para más.
Anda, sonríe y aunque no sepas
que hacer, ni a donde ir,
dibuja tu cielo de colores.
Y si lloras entre risas,
no estás loco, es el mundo
que ha cambiado tanto
que no sabes, si reír o llorar.
Aun así, levántate, sueña,
ama, vive, trabaja y trabaja...
que no hay tiempo para más.
NDS