La mar es azul, como muy brillante,
viva, te mira, como un Paraíso.
El cielo te observa (ojo) a la vez calmante.
Cuando es nublado... no es improviso,
suena a nostalgia y es hermoso,
muy hermoso, lo siente el corazón,
no hay palabras, parece milagroso,
una sensación de paz y purificación.
La Muerte apareció con suma belleza,
una belleza muy, muy tranquilizadora,
para nada fea y menos aún aspereza:
todo lo contrario, es luz protectora.
La arquitectura ruinosa: suena a pasado
que jamás volverá... triste, descontento.
Parece como un sabor dolorido, apenado,
fúnebre. Trágico, como lágrimas del viento.
Luego ocurren cosas imposibles,
hechos que no ocurrirían , surrealista.
A la vez yo torpe, torpe y sensible,
que a la vida corpórea nada realista.
No hay amor, ni sexo, ni mucho beso.
¿Beso?. Roza más el absoluto abismo.
Mezcla de sueños surrealistas travieso,
indispuesto, protesto: repetición de lo mismo.
Julio 2.023 NACHO REY