Escribana de memorias

Convicción

Es septiembre, y las hojas empiezan a caer,

Una a una, debe tomar su propio rumbo,

y reposar en el lecho verde,

mientras sus ramas se renuevan

una y otra vez.

 

Quizá esperaba mucho

o anhelaba lo básico de la decencia humana,

en medio de todo,

al menos de una extraña amistad no pasó,

pese a las grandes revelaciones

que no pidieron permiso, 

simplemente estaban esperando

su turno, en la siguiente cerveza.

 

Creía que era bueno si te parecías a mi y pensándolo bien,

yo no quiero que seas como yo...

Talvez ahora prefiera que tú fueras

mejor que yo,

que tuvieras más fe y convicción

para cuando me faltara un poco

y necesitara algo de inspiración 

que viniera de ti.