el brujo de letziaga

La Ășltima baza.

Soy una boca mansa que ya no siega mayos...con mis dos alas plegadas bajo mis sobacos para no molestar a nadie; tampoco a mis ojos cerrados que esconden besos antepasados.


Y es que ya no soy ni policía ni ladrón...soy un movimiento débil escondido en el corazón.


La última baza de la baraja, en una remota taberna de Euskal Herria, donde mis pegotes tienen envidia de los muertos, mientras yo tengo un perro que me ladra bajo la mesa.