No sufras por desamores
ni llores esos quereres
que habrá muchos resplandores
en nuevos amaneceres.
No esperes que lleguen flores
y nunca te desesperes
supera ese mal de amores
y tristes atardeceres.
Qué penas arrastra el alma
cuando un amor te traiciona;
qué fuerte mece la palma,
el viento cuando la sopla;
mas luego viene la calma
y un nuevo amor te enamora.