En tu delicado ser, yo me encontré.
Tranquilidad de tus ojos el agua.
Nerviosas mis manos cual fragua.
El fuego, de la pasión yo avivé!
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Tu sutil abandono sobre mi ser.
Conociéndose bien, tu piel, en mi piel.
Descubrí con asombro a la mujer.
Pasión en los cuerpos a granel!
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Como galopes de briosos corceles.
Tomaron un ritmo los corazones.
Amor, solo pedía, el consuelo.
Gracias a ti conocemos el cielo.
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Mas de pronto, el insultante rayo.
Iluminó tu delicia de mujer.
en terrible trueno, casi desmayo,
Oh! me despertó... del sueño de tu ser!!
Dr. Salvador Santoyo Sánchez.
5 de Septiembre de 2023.