Y la lluvia
amor mío
nos golpea en la ventana
y nos regresa a los recuerdos
al centro del abrazo
a los aljibes del viento
donde se guardan las miradas.
Y yo
mientras el cielo se desploma
canto al calor de tu boca
y como quien da forma a la ternura
busco el vuelo de tus labios
esos que me llaman y me llevan
-sin remedio ni demora-
hacia el color de tus pupilas.