Te podrás ir de mi vida
como el viento en la mañana
que se filtra en la ventana
sin que nadie se lo impida.
Te podrás ir de mis manos
como el agua fresca y pura
y llevarte la ternura
junto a vientos muy solanos.
Te podrás ir de mis brazos
como el sol cuando atardece
y el recuerdo que anochece
y se rompe en mil pedazos.
Te podrás ir donde quieras
como libre es tu derecho
pero adentro irá en tu pecho
nuestro amor de primaveras.