Matias 01

Humea mi almohada

Humea mi almohada cuando sus pechos

se desnudan

florecientes,

como dos montañas que se yerguen

para alcanzar la luz transparente

de la aurora;

 

La vida brota cuando se liberan sus senos,

y los buitres del alba se escurren sin rubor

por su carne desnuda

y los ojos se me quedan colgando

como pájaros aturdidos;

¡Todo allí es exacto!

La humedad, el aire, el lienzo donde se forma

el color, la fronda virgen

con su estanque de líquidas frutas,

la abreviación del tiempo

y toda la miel lujuriosa desesperando a la muerte.

¡Ay dolor que se me olvida!

 

¡Humea de blanco mi almohada

y siempre creo en Dios cuando voy a su cuerpo

a fecundar mis sueños!