Una caricia, una trompada, un beso y un mordisco cruel. Pedazos de planetas rebotando sobre nuestras casas. Invadieron con sus sabios escribas nuestro hogar. Decretaron lo correcto y lo que no. Soplaron los sueños de esclavos, inocentes e inseguros. Hacia las hogueras de siempre
Pero sabelo: ellas nunca ardieron así
Un parto canibal conduce todo aqui
Te comen desde siempre y por siempre lo harán
El ganado se maneja asi: con escuditos, uniformes y ausencia de luna
Primero se devoran su noche, luego la tuya. Despues la de aquel y de postre la mia