Hay dolor en las sombras que fugitivas
se esconden en la oscuridad,
dolor en las crueles espinas
que no serán flor en un rosal.
Hay dolor en las rimas escritas
en los pájaros que no pueden ya volar,
dolor en las lágrimas cautivas
que no saben adonde caerán.
Hay dolor en las palabras que dichas
que solo supieron lastimar,
dolor repartido entre las cenizas
de aquel mundo que hoy ya no está.
Hay dolor en las miserias íntimas
en las tumbas sin cruz ni paz,
dolor en las balas de aquellos suicidas
que en su agonía no pudieron escuchar.
Dolor y más dolor en nuestras vidas
que agita desde lo profundo nuestro mar,
dolor que no sabe de mentiras
pero que si sabe exacto adonde va...