fuiste sombra compañera
aliado en mi torpe juventud
mirada que eclipsaba la risa
soledad de cementerios
paisaje devastado y sombrío
refugio de melancolía
lo que justificaba mis penas
máscara en la impotencia
traje hecho a la medida
en que basaba mi rebeldía.
Hoy te declaro mi enemigo
invoco a todas las sonrisas
a fiestas y carnavales
a espíritus festivos
a las almas en gozo
a toda la claridad.
invoco con nostalgias
a ese niño de pies ligeros
que correteaba palomas,
que luchaba contra el viento
con el alma aferrada a un volantín,
a esa emoción que te desarma
cuando vez tu imagen reflejada,
en unas pupilas dilatadas de amor
a toda la luz que penetra en las venas
cuando encuentras la puerta hacia tu interior,
a un paisaje que se transforma en ti mismo
a esa noche en que fuiste panorama sideral,
a los momentos en que palpaste la bondad
o tuviste la necesidad de hacerla tuya.
y aunque a veces, vivir duele más que morir,
me declaro discípulo jubiloso de la vida.