Quisiera, amor,
tenerte entre mis labios.
Gritar tu nombre.
Y que ese grito
subiera a las estrellas
y al universo.
Que despertara
la voz que, en tus entrañas,
está callada.
Y que dijeras
mi nombre, en un susurro,
como respuesta.
Quisiera, amor,
decirte lo que sale
de mis pupilas.
Versos alegres
con múltiples colores
y fantasías.
Otros con nubes
que guardan tantos llantos
y escalofríos.
Y es que tu nombre,
repito y, me conduce,
a la locura.
Quisiera, amor,
ser parte de tus sueños,
con mis latidos.
Rafael Sánchez Ortega ©
05/09/23