José A. García

No tengas miedo a la mar

Agotada está la noche
y ya dormida;
he soñado en tus espacios
te he visto fugaz
en la añil claridad de su silencio.

¡Qué breve la vida, sin tus labios!
y qué gratos los ríos hacia sus besos…

…Abre tus manos, como alas
y no tengas miedo a la mar
pues sus olas también tiemblan;
despierta ya, que el alba nos espera
no nos demoremos más
que a la vuelta viene el viento.