Ante todo develo un sueño,
una imagen, que no se cansa
de decir lo mismo.
Agua, aire, sol, tierra, montaña,
espacios de expansión;
susurros de seres libres;
amaneceres interminables
y un Dios, que no se cansa
de aceptarnos…
Sonidos, tratando de tejer literatura…
Voz agrietada, pagando las cuentas de este tiempo.
Señal, que no dimensiona precios
y alocada, esculpe en el viento
una retórica que quiere evocar
a los poetas del pasado,
y dejaron impresas,
las señas del futuro.