De las épocas más oscuras del espíritu,
historias que llegan a su desenlace trágico,
recuerdos que se convierten en tragos amargos,
dignidad que no vale,
salir corriendo, no pensar en nada,
caer al precipicio, no sentir nada,
cerrar la puerta, para que no entre nada, ni nadie,
quitar los sentidos, para no poder percibir nada, cerrar heridas para dar fin,
destrozar el alma, para no volver y no extrañar nada,
cerrar los ojos y no encontrar nada,
ser nada para buscar todo,
dejar de soñar para no volver a la realidad,
dejar de hablar para no volver a llorar,
dejar de sufrir para no volver a saber que estás ahí entre mi corazón y mi mente adolorida,
que solo está atrapada en un montón de pensamientos desordenados e hirientes que solo hacen que todo lo vivido no valga nada.