Ojos cafés miran en silencio la mañana veloz, Pasan las flores de colores, corriendo a tus pies descalzos.
El corazón partido de tanto amar y desamar, vendado con tiras de sábanas de lechos aún lejanos.
Aromas de pasión que se quedaron flotando, lágrimas y flores sobre la mesa decoran los minutos anhelados.
Robando besos al tiempo que se cobra con dolor de ausencias, lágrimas paganas que se derraman sobre los labios.