Te sigo como el perro en el camino
sigue al sulky del amo sin consciencia
y aguanta en la parada con paciencia
sin ver a ciencia cierta su destino.
¡Ay! Cómo no quererte cuando giras
si tú me haces girar igual que un trompo
y zumbo y rimo y canto y no me rompo
demientra me acompaño con tus liras.
A veces te presiento componiendo
en el amplio telar del castellano
usando a la pasión de lanzadera;
y otras veces te pienso construyendo
con la pluma que esgrimes en tu mano
un mundo con tu amor a mi manera.
Tú tienes la mancera
la que ara en mi lenguaje; y yo en el surco
me siento en la neblina como un turco...