polonius

No soy consecuente

Las fuentes de la fortuna

me son esquivas

pues miserable es mi dicha

y disoluta mi conciencia,

pero a sabiendas

de pertenecer al club de enmiendas,

procuro estar presente en las malas

para ser ausente

cuando ahuyente

la buena nueva.

En los posos del café suelo mirar

no mi futuro,

sino si queda azúcar,

ya que no creo en adivinanzas

ni cábalas banas

de analizar futuras chanzas,

soy de presente adyacente

aunque con la mente

siempre en el pasado,

como si de algo me sirviera

ser cabecera

de pretéritos ritos;

soy consciente

de que en mi mente

solo se baraja el pesar de un malestar

ya decidido, y he de mirar

a un futuro no predicho,

pues las tornas son tomas

de contacto en tacto de lecturas

por saber encontrar un pasatiempo

donde alojar mi tiempo.

Leí cuando estaba en Proyecto Hombre

que para formar un presente

había que tener presente

la vista en el futuro,

pues no es de arriesgados planificar

tu saber estar

con tiempo

para llegar a buen puerto.

Me digo y me maldigo

por no ser consecuente

con dedicarle más horas al oficio

de la escritura,

ya que veo con soltura

que es un don el otorgado

a mi persona

en el noble arte de las letras,

y lo tengo desperdiciado por no dedicar

el suficiente espacio

a su despacio

pero gratificante empeño diario.

Voy a ser consecuente con mi lado turulato

y desde hoy decido dedicarme a ser literato.

 

Polonius