Un día hay risas y otro lágrimas y el pensamiento sube la cuesta empinada de la esperanza, para descender al fango de las noches sin caricias ni alabanzas.
Son las cosas del alma que te aprietan y te sueltan, que te oprimen y te dan alas.
Hay días de rosas impregnadas de fragancia más también espinas que te perforan las heridas no cicatrizadas.
Pero todo pasa., los días de lluvia y nublados también se acaban y un arco colorido en el cielo nos muestra lo hermoso de la tormenta que tanto atemorizaba.
Hay días de risas y también de lágrimas son los altibajos del pensamiento que a veces nos juegan malas pasadas.
No temas a las espinas forman parte de la rosa con su sublime aroma con su preciosa estampa.
Aprecia la flor que crece en tu interior que florece en tu alma.