Desde arriba
veo el nicho
donde descansan tus restos...
Mi vista agudiza
y se clava en la lápida gris,
como la vida.
Como las nubes que nos traen agua,
la misma que brota a veces de mi mirar.
Mas una paz naciente
crece desde la tierra
en ondas invisibles latentes
que me invitan a apreciarla.
Estás en mí
y yo soy todo.
La muerte es mentira,
solo es un nombre
a un cambio de etapa de la vida.
Estamos vivos siempre,
a cada momento,
en los suspiros de microbios
que en la tierra
se alimentan de nuestros adentros.