Tardes tristes... sin mucho ánimo,
con muchos pendientes por resolver…
sin fuerzas para enfrentar mi realidad,
me dejo llevar por la rutina sin resolver nada.
Y me sumerjo en tu recuerdo
que me lleva a dimensiones extrañas;
las tardes se visten de luz y esplendor
y apareces ataviado de un aura azulada.
Tocas mi alma y mi amor se vuelve fuego,
rozas mi corazón y mi pensamiento te busca;
tienes la magia de hacer de un instante algo eterno…
sabes aderezar mi vida con gotas de miel y sal bendita…
Recorres palmo a palmo todo mi ser,
con esa determinación que me da fuerza;
los días son oscuros y sin embargo… no temo,
justamente tu amor me reviste de fe y confianza.