Te llevaste mis ojos,
y también te llevaste mi atención
te llevaste el sentimiento
causándome inesperada emoción.
Eres fuente de belleza, de grandeza y sensación,
eres tú, única, con un ímpetu desbordante,
con el brillo de tus ojos y tu agitada entonación
eres brisa, que llega, que inunda, que trastoca
con el suave gesto de tu sonrisa
y la insondable ternura del profundo amor
que habita en tu mirada.