Absuelto por fin y sin cadenas, se ha terminado mi condena. La madrugada está de nubes blancas y luz de luna llena, bajo el cobijo de las estrellas, camino libre y sin pena.
Bajo la prisión de mis ideas, con el yugo de mis creencias, he moldeado las edades entre espinas y rosales.
Vagando bajo el cielo estrellado, el mundo de las viejas ideas se ha derrumbado.
Los recuerdos no me atormentan y la ausencia de miedo se convierte en mi primavera.
Lucho por encontrar mi estrella, anhelo una existencia amorosa aunque no sea eterna.Destino, quizás en mi camino, tengas una estrella para mi.
Luna dime si por cada estrella hay un deseo dibujado con esperanza en el firmamento...