Mirando luz en la sombra,
escucho tu nombre,
plasmado en la sagrada
escritura
que sella el pacto
de nuestro amor.
Rechacé mis demonios,
y negué el poder
de la magia arcana
que fluye por mis venas.
Extasiada de amor,
prometí sincronizar
la oscuridad que domina
mi naturaleza,
y plasmé tu nombre
con sangre en mi piel.
Bienvenidos
al abismo del amor.