Perro, qué despectivo nombre,
un estigma que llevas cual condena,
a ti tan noble y tan fiel
siempre te llamarán, perro.
En tus pupilas veo la cruz,
la que llevas por dentro
tu destino, hurgar en la basura
con afinado olfato buscas
una miga de pan
para saciar el hambre
y por tanto rebuscar encontrarás un día
los huesos descompuestos de otro perro.
Ya estas viejo, es mustio tu semblante
tus costillas se cuentan desde lejos
tus ladridos son gritos lastimeros
se aproxima ya tu postrero viaje,
y tendrás que partir, inexorablemente
será una mañana de sol,
cortejado por un triste ocaso ,
o una fría y tenebrosa noche oscura.
cuando se apague ese soplo de vida,
cuando tu esqueleto quede yerto
tu sepulcro será un jardín, si tienes suerte
o un basural como cualquier perro
y la gente dirá sin inmutarse,
al fin murió ese perro.
Desde Truillo- Perú.