El sol se cierne lentamente.
En algún melodioso arbusto
escucho un canto inaccesible...
Suave deviene la noche
Es verano aún, las hojas en calma,
A mi espalda la luna blanca
esparce contra la espesura
la sombra entre la hierba.
Tal vez ese mismo canto nos diga
cuando deseos y miradas se repiten
en la oscuridad bajo la luz de la luna
inasibles y ausentes,
Y que ya no existe el tiempo,
Las hojas no miden el verano
El ensueño no logra engañarnos
Sólo tenemos lo que recordamos,
Vestigios de palabras
garabateadas en el aire.
Ore
Acuarela por Ore