Madre, en el pecho se me ha metido una espina que ni el embriagador olor de tu cercania el dolor me quita.
Madre, tu conoces quien soy.. conoces mi fuerza, mi paciencia y de mi amor a la vida ... pero con sinsabores ellas también se marchitan.
Madre, tu sabes de mi alma devota... más ya he derramado lágrimas hasta la última gota.
Yo quisiera tenerte cerca y contarte cómo mi alma llora y tú con tus palabras y sabiduría aliviases esta congoja .
Mi corazón está cansado y mi mente de tanto quebranto apenas las ideas brotan.
Madre , se me ha metido una espina en mi pecho.
Y yo quisiera que fuera una rosa!.. para regalarte su belleza su aroma.... y juntas regocijarnos de jubilo y despojarnos de las tristezas que nos sobran.
Madre, que el universo te bendiga ! y alfombre tu sendero de dicha de rosas y gloria.