Bajo el manto estrellado brillas, amor eterno,
Universo de emociones, sueños en mi invierno.
Quiero ser el cometa, en tu órbita perdido,
Siguiendo el rastro de luz, en tu cielo compartido.
Tus ojos, galaxias donde pierdo el horizonte,
En su brillo profundo, encuentro mi norte.
En cada parpadeo, destellos de deseo,
Constelaciones de pasión, en tu universo recreo.
Tus labios, un eclipse que detiene el tiempo,
Mi corazón se detiene, atrapado en su aliento.
Quiero ser el sol, que ilumina tu día,
Fundirme en tus rayos, en una danza encendida.
Eres la gravedad que guía mis pasos errantes,
En tu campo gravitacional, mis anhelos vibrantes.
Quiero ser la luna, en tu noche serena,
Acompañarte en silencio, en tu esencia plena.
Cada latido mío, una estrella en tu firmamento,
El eco de mis versos, en tu espacio un aliento.
Quiero ser el eco, en tus valles profundos,
Responder a tus suspiros, en susurros fecundos.
Eres el enigma cósmico que anhelo descifrar,
Tu amor, el agujero negro, imposible de evitar.
Quiero ser la galaxia, en tus brazos extensa,
En la vastedad de tu amor, hallar mi recompensa.
En el fulgurar de los astros, en el tiempo sin confín,
Somos un solo destinos, entrelazados sin fin.
Quiero ser el universo que exploras cada día,
En tu constante viaje, amor, mi guía sería.
Tanto en la métrica, como en la rima, en cada entonación,
He tejido este poema, mi sincera expresión.
Un canto a nuestro amor, a lo único y especial,
En cada verso, en cada línea, en cada rincón celestial.
Paz,
Amor,
Solaz,
Y una bella flor.
Autor: Ángel R. Anaya Puerta
El Ángel de los sueños
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